17

-Ven aquí,corre.-se giró y le hizo un gesto con la mano.
Él se acercó a la ventana,despacio.
-Qué bonito...-susurró de nuevo,con los labios rozando el cristal frío de la ventana.
-Mucho.-Le besó el cuello despacio,agarrándola de la cintura,suave.
Siguió presionando la palma de su mano en la ventana.Fuera llovía fuerte.Los charcos se expandían y las gotas de lluvia explotaban con fuerza sobre elllos.

El cielo permanecía gris,tranquilo.Incluso,esa sensación de tristeza de las nubes grises se había convertido en fúria,la del sonido de las gotas al estrellar contra el suelo.

Se giró,y le miró,despacio.De arriba a abajo.Sus impresionantes ojos marrones.De arriba a abajp.Sus labios.
Le besó,esta vez en la boca,con más fuerza.Recordaba la primera vez que se había enamorado.Pensó en todos quellos momentos tirado en la cama,tedio.Pensó que todas esas sensaciones nunca se repetirían.Y ahora,en su propia casa,frente a la ventana,podía sentir de nuevo esas ganas de hacerlo todo con ella,de vivir de nuevo ése sentimiento.

Y no importaba si podía acabarse.És más,se acabaría.Pero él no tenía miedo.Ninguno tenía miedo.

Siguió besándola.La aprisionó en la pared,y las palmas de sus manos,calientes,atravesaron su espalda,su cintura,y dibujaron mapas invisibles,dibujos indescifrables.
Le hizo cosquillas.Ella comenzó a reirse a carcajadas,separándose de sus labios.Luego fué hacia ala cocina.
Era tan comprometida que había comprado cosas para la tarde lluviosa.Chocolate y algo más.
Él tenía palomitas saladas y de mantequilla.
Quizás hoy tampoco acabarían la película,y volverían a discutir,como la última vez.
Recordó que le gustaba abrazarla cuando lloraba.Sonrió,sin escucharla, mientrs la miraba traginar por la cocina de su casa.

-Eo,¿me oyes?-le tocó la nariz,con la punta del dedo-Sigo sin sabes usar tu "micro" ¿me ayudas?
Asintió y fué con ella.

Aquella tarde jugaron con las palomitas,miraron las películas.

Y,ante la casa de él,oscura por la lluvia y el mal tiempo,ante el chocolate blanco y las películas de miedo que a ella le aterraban pero igualemnte quería ver,ante los besos salados de palomitas,ante el sofá ocupado por ambos,acurrucados y ella apoyada a él,ante el momento perfecto para un beso dulce,ante las risas por la espuma que produce la escozor en la nariz de la Coca-cola,ante la manta que recubre sus pies,ante el descontrol de los besos lentos sobre el mismo sofá y un perro que pasea despacio,por la casa.
Ante el sonido lento del agua recorriendo las cañerías de la casa,como un río,ante los dolores de caebza fuertes,y típicos llantos,y cosas insoportables de las parejas y demás letra pequeña del amor,se querían.