Cuando recapacito,vuelvo a colgar el teléfono y me quedo mirándolo.Cojo el auricular,y me lo pongo en la oreja.El bip bip me hace estremecer,incluso sin haber oído tu voz al otro lado.Me lo despego de la oreja y marco un número.No es exactamente lo que deseaba,pero mi amiga coge al instante el teléfono y me tranquiliza con su risa y esas demás pequeñas cosas que me gustan de ella,y por las que la quiero tanto.Procuro no hablar mucho de él,pero me caza en seguida,me conoce bien,y me dice que no tengo porqué retenerme,que le parece bien que le llame y hable con él,que eso no es ser pesada.Deja que le cuelgue para hablar con él,y no se enfada.Todo es rápido.Desde el momento en que su voz empieza hablar a través del fijo de mi casa,hasta que su risa cierra otra nueva conversación sobre lo mucho que me gusta que ría.
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