A las madrugadas frías sin tu piel,a las lágrimas sin ningún consuelo,a los lamentos sin solución,a los recuerdos medio rotos,a mirar cada noche bajo la cama por si es monstruo me acechaba,a los días de lluvia y frío,a los amaneceres en la soledad de mi cuarto,a oír pero no escuchar,a intentar entender pero solo asentir,a las noches de emborracharse de otras bocas que no eran las suyas.A inventar una nueva razón para buscar su número en mi teléfono móvil,para mirarlo durante horas,aunque sé que no tendré ni el valor de llamarle.A borrarlo aunque sé de sobra que me lo sé de memoria desde hace meses,concretamente seis meses y dos horas.
A vestirme como si fuera a algún lugar importante cada vez que voy a pasar ante su puerta de casa,y a reírme al teléfono como si realmente sintiera la felicidad hervir en mis venas.
Volver a los "¿Porqué?" de cada tarde frente a una amiga que siempre me ayuda,a tener que sonreír aunque él no lo haga para mí,a tener que aprender cada mañana en clase,a su lado a apagar esa sed de sus labios,volver a aprender a cantar una melodía que no lleve las notas de los lunares de su cuello,ni de sus brazos,ni de su espalda.
A mirar de nuevo las estrellas en compañía de nadie,a pensar que el amor siempre viene y va,a pensar que no volverás,a aceptar que todo lo mío y suyo,que todo lo nuestro,estaba destinado a ser efímero.
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