sábado, 3 de septiembre de 2011

I wish I had an ocean

No hay tres genios iguales ni tampoco tres deseos.

La cuestión nunca fue el como, ni el cuando.La cuestión siempre era el "quién".La cuestión era que si se sentía algo abrumada por sus propios sentimientos siempre había alguna dosis de alucinógeno que le servía para olvidar al menos durante unas horas.Algún otro títere que creyera que le ofrecía placer, alguien con quien imaginar que era con él con quien vivía sus fantasías.
Nunca se paró a pensar que quizá él también pensara en ella.O que ahogaba sus penas en un vaso de alcohol.
Nunca pensó en hablarle ni en contarle nada, porque era mas fácil soñar que atreverse a lidiar palabra.

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