domingo, 4 de diciembre de 2011

Marea lenta.

Se mecían a un lado y al otro con lentitud, mientras el piano acompañaba  a la voz de la cantante.
Por alguna extraña razón, los brazos de él rodeando su cintura, hacían que sintiese que el pequeño vacío que solía sentir desapareciera por unos instantes.La voz acompasada y dulce los envolvía, arrastrando a todas las demás personas a formar parte de un lugar donde todos los sonidos sonaban lejanos.
Entonces, cuando ella rió apoyándose en su hombro, y él le susurró algo al oído, acabó la música.
Se preguntaba por qué no había sentido el beso, ni oído su propia risa salir de su boca.
Volvió la música.
Mientras entonaba de nuevo, se dio cuenta.No era ella.No exactamente, ni de alguna forma.Ella lo observaba desde un gran escenario, bien vestida, maquillada, peinada, preparada.Pero salía a escena a interpretar un papel que ni siquiera consideraba suyo.Ella no quería el papel protagonista, sino el de actriz secundaria que reía junto a él al final de la sala de baile.
Pero las cosas eran así, nunca pudo cambiar su papel.Tuvo que conformarse con observar desde allí arriba, deslumbrar, y volver a observar.


también amar, desde allí arriba, sin poder demostrar.

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