It hurts

Se levanta por la mañana y repite su rutina.Lavarse los dientes, peinarse, coger cualquier cosa del armario y echarse  de la calle y a su ambiente enfermizamiente caluroso.
Lleva puestos los pantalones cortos que tanto le gustaban a él y aquella colonia que solía inhalar con más de una sonrisa.Corre, corre durante todo el tiempo que puede, corre todo lo que aguanta, hasta que se le forma un nudo en la garganta y tiene ganas de vomitar, hasta que no puede más , y entonces se para.
Respira de forma agitada y intenta volver a empezar a correr, recuperar el mismo ritmo.Cuando se da cuenta ha llegado a casa, está sudadndo, está cansada, y harta de correr.
Se ducha y se mete en la cama ignorando los gritos de su madre, quejumbrosa por sus salidas sin permiso, por sus ausencias, por hacer básicamente lo que le da la gana.

Esa misma noche sale a la calle.Fuera hace el mismo calor que de mañana pero con la luna paseando por encima de los edificios.Se ha planchado el pelo como ha podido, se ha puesto colonia barata y ha salido para poder olvidarse de todo.

Sus converse se perdieron entre la gente con su falda y aquella camiseta de su madre que tanto le gustaba ponerse.Pero pronto se cansó de aguantar no tener espacio para moverse y dejarse llevar por la música del pequeño local.

-Eh, ¿Tienes fuego?

Mira al chico de la sonrisa perfecta y le pasa el mechero.Él lo coge al vuelo, enciende el cigarrillo y se lo guarda en el bolsillo.Ella ni siquiera pregunta si se lo va a quedar, por que sabe de sobra que no va a recuperarlo.Sonríe de forma forzada y le ignora sin más.No quiere compañía esa noche.Y puede que tampoco la quiera en un par de noches más.Pero ha bebido y no está borracha.Ha fumado y en cambio no se siente colocada.Ha intentado olvidar, pero por sorprendente que parezca, solo consigue que los recuerdos vuelvan a su mente una y otra vez.

Sus pasos resuenan en el asfalto inprecisos hacia el puente.Aspira el aire puro y tiembla apoyándose en la piedra helada.Hay parejas en los bancos y fuegos artificiales.Tiene ganas de fumarse un cigarro, pero su mechero está quizá camino a la casa de un pijo, en unos pantalones caros.

Entonces oye una voz que no esperaba volver a oír al menos aquella noche.Ella le mira y él levanta las manos como si se tratara de un preso.Ella sonríe, y él se acerca.

Se acerca tanto que no puede respirar, tanto que olvida el mechero, los recuerdos de amores anteriores, tanto que olvida de son más de las doce, que no hay trenes ni autobuses, que no tiene como volver y que no es Cenicienta ni mucho menos, aunque sabe que su madre se cabreará en cuanto regrese, por que se ha dejado el móvil en casa.

Y entonces la besa.La besa tan fuerte que tiene que agarrarse a él para no caer, y dejarse llevar por aquella nueva sensación que había descubierto y que conseguía hacerle olvidar, auqneu fuera solo durante una noche.Por un momento cree que por fin ha conseguido estar enamorada.Van con su moto hasta la playa, están juntos hasta que llega la mañana siguiente.

A la mañana siguiente todo acaba.Esta vez repite su rutina de manera inversa.Llega a casa, se suelta la coleta, se desnuda, se mete en la cama, e intenta soñar con algo, o al menos dormir sin tener que escuchar los gritos de su madre de nuevo.