Caminó cabizbaja entre la lluvia y saltando los charcos. ¿Por qué la echaba de menos si, después de todo era una idiota? Así es la gente que se enamora, abandona todo lo demás, la abandonaba a ella, la dejaba a su suerte... puede que se sintiera una mártir. Por que no la necesitaba para vivir, pero sí para ser un poco más feliz. A quién iba ahora a sermonear, a quién iba a contarle esos secretos tan secretos, sus temores, sus sueños. ¿Quién iba ahora a hablar de algo que ella misma hacía con tanto entusiasmo? ¿Quién la abrazaría cuando lo necesitaba, y diría las palabras exactas para hacerlo todo mucho mejor? Esas personas que dicen ser tus amigas, pueden desaparecer de un día a otro y dejarte medio muerto. Por eso es mejor vivirlo cien por cien todos los días, todos, no vaya a ser que esa gran amiga ya no esté un día...o
Haya desaparecido.
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