domingo, 19 de agosto de 2012

Él nunca fue romántico

Me dediqué a esperar algo que sabía de sobra que no ocurriría. Tal y como yo pensaba, él nunca volvió para pedir perdón, ni para dar señales de vida, ni siquiera para encontrarla por casualidad en alguna calle de aquel lugar. Siempre arrogante y orgulloso por defecto, aunque todo aquello quedaba tapado por su inmensa sonrisa. Una sonrisa que podía corromper casi cualquier cosa, engañar a casi cualquier persona, introducirse en cualquier mente. 'Te quiero'.-decía-'No voy a dejarte ir'.
Pero luego era todo mentira. El ser humano está acostumbrado a eso, a mentir. Y por unas cosas o otras, él aprendió a hacerlo tan bien, que esa era su forma de vida. Capaz de enamorar a los demás, con palabras que nunca eran del todo ciertas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por comentar