Después de un tiempo sin hablarnos, llegó lo que yo no me temía. Lo que todos decían y eso que yo no quería ver. Con el tiempo me he dado cuenta de que siempre es así. No para mí, sino para todo el mundo. Algunos amigos van por épocas mientras que otros no se separan de ti pase lo que pase. El único problema es que no somos capaces de distinguirlos. Y a pesar de la pena, después estamos bien. Sólo hay que saber quién te llena plenamente, y no luchar por quien crees que lo hace. Tener siempre cuidado porque puedes equivocarte, y continuar con tu vida. Según vas madurando te das cuenta de qué cosas has dejado atrás y cuáles continuarán hacia donde quiera que vayas.
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