sábado, 8 de octubre de 2011

We are nowhere and it's now.

Por las mañanas ya no me pongo los zapatos de cristal.No me levanto pensando en paseos matutinos a caballo.Me bastaba con tenerte a mi lado, con poder oír el "run run" de tu cabeza, de los problemas azotándola, y poder darte la cura en forma de beso.En aquellos momento al menos no estaba caducada, mis facciones y mi cuerpo no se habían quedado parados, como ahora.Si entonces hubiera pensado que quizá las cosas acabarían en un día de aquel atareado otoño de sensaciones...
Quizá hubiera podido retenerte con cien palabras como flechas, que hubieran penetrado como balas, y hubieran funcionado como remiendo, cura para mis errores, enmiendo para las heridas del corazón.
¿Recuerdas las oleadas de abrazos?¿Los concursos de besos?
Pensaba que estabas hecho a prueba de balas, que eras un escudo, que me protegerías del mal de amores, que me reguardarías del frío, que este año tan solo me dolería la garganta por el viento seco y no por nudos espontáneos que deciden quedarse para siempre, y siempre significa lo que me dure olvidarte.
Te he escrito treinta argumentos a favor de que vuelvas, que nunca volverás, y sesenta más por si acaso, he retratado toda tu superfície en un lienzo, en un pensamiento, en un esbozo, en un período de tiempo, en un momento.He pensado en ti todo el tiempo que he podido, el máximo de horas que uno puede pasar repasando y observando imágenes de la persona a la que quieres.
Creo que voy a prepararme para la tormenta que se me viene encima.





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