domingo, 9 de octubre de 2011

we-eat-problems-for-breakfast

Las caricias del pasado mancharon todo recuerdo que pudo haber quedado para nosotros.Me río entre lágrimas y observo a los ancianos, sentados junto a la residencia, como prometimos que haríamos en vano.Dejo caer los pétalos de rosa que tenía entre los dedos, y en poco tiempo, el tallo cae también.En parte, se parece a ti.Pero las llagas que dejan tus espinas no se pueden curar con una miserable tirita con dibujitos para niños.
Ignoro al hombre que pasa leyendo en New York Times, se fuma un cigarrillo, y con la misma mano, pasea al perro, mientras seguramente piensa en qué hará su mujer para comer.
Yo también soñé con ser tu mujer.Ahora nuestras predicciones han desaparecido, se han evaporado como cuando decidimos reventar las pompas de jabón con los dedos, al igual que los sueños.
Pensé que cocinaría para ti, te haría la cama, me comerías a besos antes de desaparecer   para ir a trabajar.
Ahora creo que me subestimé.Lo hice contigo, con nosotros.Subestimé aquella relación basada en el amor ciego.Subestimé nuestros problemas, discusiones, y acabé por subestimar mi fuerza.Por eso te pedí que lo hicieras, aunque te quisiera con todo mi ser.Por eso te pedí que te marcharas, aunque aún estás presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por comentar