Se puso la sudadera de "Al Capone" de espaldas a mí, y yo le miré.Desde su cabello hasta la punta de sus pies.Suspiré mientras los escalofríos recorrían mi columna vertebral, y intenté acordarme y respirar.Él sonrió y me susurró algo al oído, acercándose.Por un momento creí que todo había sido un sueño, y segundos después noté cómo nos besábamos.Y en menos tiempo aún ahí estaba, desnudo de nuevo.
Y es que nada ni nadie puede derrumbar cuando nuestros dedos se entrelazan y nuestros cuerpos se convierten en uno, cuando nuestras respiraciones se mezclan y se convierten en vapor húmedo de labios.
Cuando consigo recordar cada poro de tu piel estés donde estés.Nadie comprenderá por qué con solo una mirada puedes hacerme temblar, ni con solo una palabra poder matarme.
Somos unos rebeldes y quien no quiera que no mire.Que yo soy adicta a tu piel, y eso no hay quien lo cure.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por comentar