sábado, 14 de abril de 2012

Como siempre.

Apague el móvil y me dispuse a sonreír antes de que me besara.

+¿Para eso me llamas?-Presionó su cuerpo contra el mío, y yo simplemente no opuse ni la más mínima resistencia.

¿Para qué?Siempre sucumbía a su cuerpo de todos modos.

Pasamos a besarnos como siempre en la cama de siempre, a fumarnos el mismo cigarrillo de siempre después de las noches juntos de siempre, y pasé a sentirme mal como siempre antes de volver a mi apartamento , apartada de él.

Pero más tarde, junto a la ventana de aquel bar y  sentada en aquel sofá mullido, me di cuenta de que no todo era como siempre, ni tenía que serlo.No teníamos porqué seguir siendo como siempre.Fuera llovía, y él era como las estaciones del año.Un ciclo que no quería que terminase.

Jamás.



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