lunes, 7 de mayo de 2012

Día 3

Era feliz.Fue un breve instante, lo que dura un parpadeo, un beso, un mordisco, una caricia.
Fue feliz, eso no podía quitárselo nadie, ni siquiera él.Por eso le sonrió con todas sus fuerzas aguantándose las lágrimas y le abrazó fuerte mientras él intentaba decirle adiós con los labios salados.
Y en aquel instante le parecía la persona más bonita que había conocido nunca.La causante de sus problemas y por supuesto, el remedio a sus males.

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