De haber estado en mis cabales no habría dejado que me besara. Por muchas ganas que tuviese de que lo hiciera, no esperaba que me besara en serio. No tan pronto, no tan de repente. De echo, no me aparté por que la sorpresa no me lo permitió, y la inercia, por supuesto. Pero es que a mí los chicos como él me pirran. Su pelo castaño, su forma de hacerme reír con tonterías, la manera en que me provoca. Sus labios. ¿Pero quién puede resistirse a eso? Ally ya me lo había dicho: "Te enamorará cuando él quiera" Pues con ése único beso ya lo está consiguiendo. Y yo me dejo, por supuesto. Ahora ya, no le voy a decir que lo deje. De todos modos, era la oportunidad que esperaba, o que no esperaba que llegase. Él es perfecto, yo soy un caso, pero si me ha besado, eso quiere decir una única cosa: Mis labios son más apetecibles de lo que creía.
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