jueves, 12 de julio de 2012

Poemas para mariposas que no sabían volar.



Cefalea inminente después de una resaca de leyenda. Artic Monkeys era su medicina para poder superar el escaso desayuno de Vodka con un cigarrillo. Su madre piensa que es evidente que pasa por una mala etapa, sólo por que tiene dieciséis años. Pero no es la adolescencia la que rompe sus esquemas, le quita las fuerzas, y consigue que termine llorando todas las noches mojando su almohada.

Toda una historia que no tengo ganas de contar, solo está enamorada.

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