miércoles, 10 de abril de 2013

Your irresistible eyes




Cerró los ojos e inspiró lentamente. El olor a tabaco entró por la ventana y se coló en sus fosas nasales. Hacía mucho que no fumaba. Podría decirse que nunca había fumado realmente, sino que se deleitaba cada cierto tiempo y huía de los problemas con cada calada. De algún modo la nicotina calmaba sus nervios después de recordarle, aunque no le gustara demasiado. También la nicotina le mataba por dentro a veces. Estoy segura de que sabéis que fue él quien le enseñó a fumar, a soñar, a vivir, a disfrutar de todo aquello que antes no se paraba a observar. En cierto modo, él tenía razón "No debes confiar en mí, pequeña"
'Ni en ti ni en nadie', pensó. La única persona capaz de destruirla lo había hecho

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por comentar