Sonrió contra el filo de su boca,despacio.Todo indicaba que sería una noche alucinante.Tan sólo tuvo que cerrar los ojos,y vislumbrar su olor entre la oscuridad,entre los besos de pasión,entre sus bonitas palabras,entre la piel de su pecho,suave,dulce.
Todo apuntaba a que sus caricias buscaban la misma reacción en ella,y no estaba lista para negarse.Tan sólo dejó escapar algunos gemidos,jadeos,y algún "te quiero".
Nueve de la noche.Me agarré fuerte a su cuerpo,y luego lo fuí soltando,despacio.
Le acaricié el ombligo con la punta de los dedos,mientras él cerraba los ojos,cansado.Me preguntó qué me había parecido,volviendo a repetir que me había avisado que no sería nada de otro mundo.
Yo tan solo respondí,por millonésima vez consecutiva en la tarde-noche,que para mí todo lo que fuera con él era perfecto,hasta la pequeñísima fracción de segundo en la que,nuestras miradas se cruzaron por primera vez,aquel día de verano,horas antes de que lo volviera a ver,aquella misma noche,en las fiestas de aquel lugar al que no he vuelto a ir,pero aún recuerdo.
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