lunes, 3 de octubre de 2011

Cuánto duele.

La razón por la que a las tres de la mañana, mis dedos buscaron inconscientemente tu número en la oscuridad de mi habitación, las desconozco.Oír tu voz al otro lado, tu ansiedad, puede que me diera fuerzas para abrir los ojos.<<Tengo frío>>Dije, mientras tú tan solo repetías que todo el mundo estaba preocupado, que mis padres me buscaban, que donde estaba.<<Tengo frío>>Solo quería que tú admitieras que también tenías frío.Que me querías.Solo quería oír aquello.Y entre tanto que mis pestañas se iban escarchando, y mis párpados congelando, te quería cada vez más y más, hasta que perdí mi consciencia y ahora ya lo hemos pedido todo, nos hemos perdido.

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